Las personas solemos imaginar cosas que pueden pasar…sin haber pasado nada y seguro que no pasara, como aquella persona: que tiene que coger un avión y tiene miedo, se imagina que se va a estrellar, que va a morir; convirtiéndose el miedo
cada vez más intenso, se le acelera más y más el corazón, tiemblas, sudas, pasándolo fatal para terminar cogiéndolo y dándose cuenta que no paso nada, o tienen una entrevista de trabajo y piensan que se van a quedar en blanco, que no estará a la altura para el puesto, tienes miedo al rechazo…estos son los peores, pues están sufriendo el antes, el después y el doble, de un miedo que no existe.
El «Miedo» es una emoción tan fuerte que supera a casi todas las emociones y esa emoción tiene una energía que proyectamos, absorbiéndola el Universo, para darte justo lo que más tememos. Si de verdad no queremos que nos pase, debemos dejar de obsesionarnos,con las cosas que aun no han pasado; el Universo no sabe de «NO» ni lo reconoce, si estamos continuamente, por favor, por favor que no me toque tal tema en el examen, lo más seguro es que te toque, porque así funciona el Universo, tendríamos que decir lo contrario, por favor que me toque tal tema y lo más fácil, es que te toque este y no el otro que no queríamos.
La emoción del miedo, sabemos, que es una de las peores que hay, atraviesa todo tu cuerpo, mente, alma, todo tu ser, no deja vivir a la persona, ni a quien les rodean, sufriendo continuamente, innecesariamente, pero lo peor es que te paraliza toda tu vida. El miedo es una reacción natural ante el peligro «REAL», pero cuando todavía no ha sucedido o es imaginario no es lo mismo, ya que puede crecer tansformandolo en «PÁNICO» o «TERROR».
El miedo se crea en el cerebro, esta siempre pendiente, por si algo que te rodea es peligroso para ti, hasta durmiendo esta trabajando el cerebro, por si le ocurre algún peligro al cuerpo, reaccione y puedas enfrentarlo, paralizarlo o marchándote. Cuando en la vida hemos pasado un suceso de un miedo intenso a algo, se nos puede quedar como trauma, pero siempre sera más fácil de quitar, pues se nos queda grabado en el subconsciente.
No debemos obsesionarnos con las cosas que no queremos que pasen, porque esa emoción y energía tienen muchísima fuerza.
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