Las emociones mal administradas, permiten a las enfermedades instalarse en el cuerpo, al no aceptar y tomar consciencia de lo vivido, se vincula las emociones con los pensamientos, avisándonos con muchas enfermedades del cuerpo.

Pero tengo la certeza que, el consentimiento hacia esa emoción, junto con mi pensamiento, me hacen enfermar. Al vivir una pena o tristeza, se manifiesta en una inflamación de articulación, una artritis etc. o la depresión que te dice lo culpable o poco valorad@ que te sientes, si nos vamos a la causa, veremos que nos hemos quedado con algo de la infancia o adolescencia etc. que no nos gusto o nos hizo daño, tu espacio vital, tu territorio fue tocado, por eso estamos deprimidos.

Sin darse  cuenta va un@ enfermando, física, mental y espiritual. Para alejar las influencias negativas, debemos enfrentar las emociones vividas con el lado positivo. Si cojo consciencia de que mi dolor o enfermedad, me vienen por mis emociones y mis pensamientos y lo acepto, ya solo con eso, estoy haciendo cambios en mi cuerpo físico.

Solemos ocultar lo que nos molesta y tal vez, es el principio de nuestra enfermedad.

RELOJ